Torre Altamira Calpe

La propuesta arquitectónica se basó en primer lugar en, la implantación urbana de los volúmenes proyectados, persiguiendo que el horizonte de las viviendas sea el más amplio posible respecto a los vacíos urbanos permanentes, y minimizando la interferencia entre sí y con los edificios colindantes adyacentes, actuales y futuros.

En segundo lugar, el valor diferencial a través de una imagen plástica icónica, por lo tanto, reconocible y memorable que invite a descubrir el grado de calidad, flexibilidad y adaptabilidad personalizada de las viviendas.

Por último, la economía racional de la construcción y equipamientos, con planteamientos y mantenimientos sostenibles.

De esta manera, se buscaba lograr que cada vivienda fuera especial, representativa y singular y auténticamente exclusiva, además de unas bases técnicas sólidas, debe formar parte de un conjunto arquitectónico de calidad.